En el Valle de Arán la naturaleza se nos muestra superior y abrumadora. Este paraíso leridano, situado en la vertiente Norte de los Pirineos centrales, es el hogar de pinos silvestres y negros, hayas y abetos, y te acoge como lo hacen las familias sencillas, con lo mejor que tiene: la amabilidad de sus casi diez mil habitantes, felices y tranquilos, y su cocina más indicativa. Por eso, el «Gastrolab Los Álamos» no podía dejar de estar allí, junto a nuestro amigo Álvaro Ponce, de Moralvi, con mi forma de entender la gastronomía y con los quesos de La Antigua. Ellos nos invitaron a realizar un showcooking dentro de la «II Edición de Arana Gastronómica», celebrada en el Parador de Arties, el 20 de noviembre.

Como ya sabéis, la cocina tiene muchas posibilidades y ofrece la oportunidad de jugar y experimentar, de crear, de innovar… Por ello, presenté platos que son ejemplos de lo que yo entiendo por buena gastronomía: sabores, texturas, materias primas sencillas, técnica y presentación que enamoren. Las más de sesenta personas que acudieron vieron cómo manejo el nitrógeno líquido, cómo preparo un gin tonic con snack de queso, cómo utilizamos los azúcares tecnológicos… Asistieron a una charla en la que fui de menos a más y en la que me sentí muy realizado e imbuido en un ambiente, en un lugar, en el que la gente es feliz y eso lo notas en la calle, paseando, charlando con las personas. Eso es lo que me llevo de Arán. Eso es lo que intento transmitiros desde la cocina de mi restaurante: la gente y la cocina me hacen feliz.

Podéis ver lo que os cuento en un vídeo de mi amigo El Queseru, que seguro que os gusta porque, además, muestra mi forma de cocinar y de crear.