Una, dos y tres… Esas son las palabras que uno dice cuando está colaborando con alguien para comenzar un esfuerzo y realizar un trabajo. Tres son las cosas que se necesitan para trabajar en un GastroLab como Los Álamos: esfuerzo, ganas de aprender e ilusión. Y tres son los beneficiados cuando un negocio funciona: el dueño, los empleados y la gente que rodea esa empresa. Que una población como Peñaranda de Bracamonte aparezca en Antena 3 es un orgullo, y más si se habla de imaginación, cocina, emprendimiento, trabajo… Todo lo que ha caracterizado a esta tierra y a Salamanca durante siglos.

Todos nos beneficiamos de que un cocinero humilde, de una ciudad humilde, con unos vecinos humildes y trabajadores, aparezca en la tele porque le apasionan la cocina y crear tapas y ha participado en un Certamen nacional de esta especialidad con un plato que recuerda a los sabores de su tierra.

Porque al fin y al cabo eso es lo que se consigue con un plato como «Los callos y la colmena», lo mismo que cuando apareces en Antena 3: que la gente recuerde que hay un negocio que hace las cosas bien, igual que los habitantes de una población llamada Peñaranda de Bracamonte, que está en Salamanca, y de la que me siento muy, pero que muy orgulloso.